Creo que esta es la última lección que debo darles, antes de dejarlos en las (desastrosas) manos del resto de profesores.
Aparte de las consabidas herramientas de ladrón, yesquero, cuerda, odre, manta y mochila hay otras tantas cosas que pueden sernos útiles en nuestro oficio:
- Velas: nos permiten portar fuego de una forma práctica y menos evidente que una antorcha. Iluminan lo justo y podemos emplear su cera para lacrar, sellar orificios de gas, e incluso, ¡podemos comérnoslas a falta de raciones de viaje!
- Corcho: Puede resultar útil llevar unos pedazos de corcho para aislar contactos metálicos de trampas eléctricas y para taponar orificios de gas, veneno y agua.
- Ácido: Si puede conseguirse, es muy útil para deshacernos de alguna cerradura especialmente molesta, un mecanismo con difícil acceso e incluso para usar contra enemigos.
- Linterna sorda: Permite dirigir la fuente de luz hacia donde queramos, útil para evitar ser detectados.
- Frascos de cristal y recipientes: siempre es útil conservar unos pocos recipientes dado que permiten almacenar componentes y líquidos. Además pueden usarse para fabricar alarmas o pulverizar su cristal para otros usos.
- Tiza: Nos sirve para anotar en caso de intentar descifrar un escrito o resolver un enigma, marcar caminos en un dungeon, o como desagradable sorpresa para un enemigo, debidamente machacada y arrojada a sus ojos o puesta en su bebida…
- Tiras de cuero: Permiten hacer torniquetes, atascar mecanismos, remendar armaduras, reforzar telas, amordazar a enemigos o atarles las manos.
- Hilo de bramante/sedal/anzuelos: Nos permiten coser ropas, telas o e incluso heridas. Pueden emplearse como guía en dungeons, para tender trampas de tropiezo, para pescar en ríos y lagos o para realizar estrangulamientos.
- Cuñas de madera: Permiten asegurar disparadores y bloquear puertas y ventanas.
- Cascabeles/campanillas: Si se encuentran, pueden usarse como alarma, combinados con el hilo o el sedal. Pueden sustituirse por partes metálicas de armas y armaduras o frascos de cristal.
- Libro, tinta y pluma: Nos permiten hacer anotaciones y realizar cálculos, además nos proporcionan papel para comprobar ranuras, taponar orificios o para encender un fuego de forma sencilla. La tinta también permite comprobar fugas de recipientes estancos o cegar a oponentes.
Por lo demás, sé que algunos de ustedes no durarán ni una noche en algún dungeon si olvidan incluir su juego de ganzúas o su espada. Si alguna vez no disponen este de equipo improvisen y adáptense, ¡son gajes del oficio!
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