miércoles, 10 de diciembre de 2008

Cómo desactivar trampas

Nuestra segunda lección es referente al resto de nuestro oficio: trampas y cerraduras.





1. Conviene llevar siempre un segundo juego de ganzúas.
2. Si neutralizamos el disparador de una trampa, ésta no saltará:
· Atascar una plancha de presión.
· Cortar o asegurar un cable de tropiezo o un muelle disparador.
· Bloquear un rastrillo, puerta o plancha que cae.
· Taponar y sellar orificios y conductos de trampas de gas, agua y veneno.
· Aislar los contactos metálicos de las trampas eléctricas.
· Emplear una madera o un escudo para protegerse de trampas que lancen dardos o ácido
3. Identificar cualquier palanca o interruptor que esté fuera de lugar.
4. Observar la superficie descolorida o levantada de una plancha de presión.
5. Examinar las cerraduras en busca de muelles, placas o vejigas para trampas.
6. Localizar piezas metálicas fuera de lugar para trampas eléctricas.
7. Detectar mediante el olfato componentes químicos y/o venenosos.
8. Buscar construcciones irregulares: paredes aplastantes, bloques deslizantes, péndulos…
9. Buscar agujeros y ranuras en techos, paredes y suelos para trampas de proyectiles, gases, veneno, o láminas deslizantes.
10. Prestar atención a los puntos críticos de las puertas: bisagras y pestillos.
11. Buscar restos de anteriores activaciones: marcas de agua, fuego, restos de arañazos o pedazos de roca.
12. Localizar pendientes en pasillos para rocas deslizantes.
13. Identificar componentes caros y de gran calidad, sobre todo en trampas mágicas.
14. Puede haber más de una trampa en cofres, puertas…
15. Hay trampas que tienen varios disparadores, fases…
16. Las trampas más peligrosas suelen guardar algo.

Como dije en mi anterior lección, seguro que a pesar de mis esfuerzos muchos de ustedes acaban aplastados, asfixiados o atravesados por un dardo. Asúmanlo, ¡son gajes del oficio!

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